Molière

El avaro

            Cuando Moliere estrenó “El avaro” en 1668, lo hacía inspirándose en “La olla” de Plauto, porque para desgracia nuestra, el tema de la avaricia extrema, ni ha pasado, ni pasará nunca de moda.

             Ese es el motivo por el que yo he ambientado esta divertida historia en nuestros días, porque si para Moliere los avaros de la antigua Roma, le recordaban a los de su época, los del siglo XVII no son tan distintos de los que nos rodean al doblar la esquina. La mezquindad de los seres humanos, es tal, que cuando más tenemos, más queremos.

          Y eso es lo que le pasa al protagonista de nuestra comedia. En este caso, un empresario catalán viudo, que administra pensando sólo en él, sus bienes, los de su hermana, e incluso la herencia de su propio hijo.