Durante siglos el hombre ha confundido el piropo y la galantería con el acoso. Nos hemos sentido, a veces sin darnos cuenta, en seres autoritarios y dominantes hacia el llamado sexo debil.

        Se habla muchas veces, afortunadamente, en la actualidad, de la violencia física hacía las mujeres y se empieza a luchar contra ella de una manera bastante más seria que en el pasado. Empieza a tener visibilidad el maltrato psicológico, posiblemente no todo el que debería, aunque ya se dan los primeros pasos, algo de lo que puedo dar fe, tras comprobar las reacciones del público ante mi versión actualizada de “Casa de muñecas”, la obra más representada por esta compañía en sus casi 30 años de historia, algo que demuestra una mayor implicación social ante un tema tabú hasta hace poco tiempo. Pero desgraciadamente, apenas se habla, ni somos conscientes de ellos, principalmente los varones, del patriarcado o de los llamados micromachismos, ya que son costumbres arraigadas en nuestra sociedad, a las que apenas damos importancia, pero que en la mayoría de las veces son vejatorios y discriminatorios hacía la mujeres.

        En esta obra de teatro hablamos de la libertad que damos a nuestros hijos, comparados con nuestras hijas, de las reacciones que tenemos ante el entorno de ellos y de ellas, del concepto del macho protector, ante la debil mujer, de las diferencias en las condiciones laborales, del acoso en el trabajo, de como reacionamos ante la infidelidad en la pareja, de la vida sexual de hombres y mujeres, del lenguaje que utilizamos al hablar del sexo opuesto, de la gerarquía que tenemos en la sociedad, dependiendo de si nacemos con pene o con vagina, de la aportación de cada miembro de la pareja a las tareas del hogar, del cuidado de los hijos, del patriarcado y de otros muchos más temas relacionados con la convivencia en el llamado mundo civilizado entre hombres y mujeres. Pero para que se haga más visible y más patente lo que queremo expresar, lo hemos hecho al revés.

        Posiblemente, una de las maneras de que los varones nos demos cuenta de lo injustos, prepotentes y dominadores que somos hacía las mujeres, es cambiar los papeles. Y eso es lo que he hecho en esta obra. En este mundo utópico que os presentamos, son ellas las que manejan los hilos, y ellos los que sufren las consecuencias.

        He elegido como punto de partida el fútbol, el partido más visto en este país, en el que ellos disfrutan del espectáculo, mientras ellas preparan los aperitivos y la cena. Un entorno ideal para hablar de todos los temas antes mencionados. Pero en esta ocasión, son ellas las que ven el partido, y ellos los que están en la cocina

JOSÉ MANUEL VIDAL

SINOPSIS

Isabel (Isabel Pardines) ha quedado en su casa con tres compañeras de trabajo: Eva (Carmen Pérez), Carmen (Yasmine Teruel) y Clara (Esperanza Montoya) para ver el Real Madrid – Barcelona, por lo que su hijo David (David Sánchez / David Vidal ) no podrá salir esa noche, porque tiene que ayudar a su padre, José (José Manuel Vidal) a preparar la cena para las invitadas. Durante la previa del partido, las cuatro mujeres hablarán de su tema de conversación favorito: Los hombres